Hoy en día es común escuchar o hablar de Diseño Instruccional para la elaboración de cursos en línea y a partir del término, también se desarrollan diversas metodologías, modelos o técnicas para la elaboración de cursos para la modalidad e-learning. Cuando revisas tanta información te has preguntado ¿cuál modelo es el adecuado? o ¿cómo sabré si el modelo utilizado en mi curso será el indicado?
A continuación, hablaremos acerca del Modelo ADDIE y cómo ayuda en la elaboración del diseño y desarrollo de cursos en ambientes virtuales de aprendizaje.
“El diseño instruccional es una práctica que tiene sus orígenes en la psicología conductista y la ingeniería de sistemas” (Molenda, citado por P. Williams, L. Schrum, A. Sangrá & L. Guárdia, s.f., p.11). Esto quiere decir que, al hablar de Diseño Instruccional para la educación o capacitación se refiere a la realización de recursos y actividades que tengan el propósito de producir o lograr un aprendizaje.
P. William y sus colaboradores explican en cinco etapas cuál es el proceso de Diseño Instruccional de su Modelo ADDIE, de una forma en que cada curso sea efectivo, a la vez de un proceso cíclico y que se vaya mejorando continuamente.
Etapa 1 – Análisis: Consiste en analizar y obtener un contexto completo de las personas que tomarán el curso. Hablando de alumnos o empleados, es importante reconocer y entender los contenidos, sus objetivos, sus problemas y la necesidad de la enseñanza de ese contenido. A partir de esto, se realiza una propuesta de solución en el que se considere El perfil del usuario final.
Etapa 2 – Diseño: Se refiere al desarrollo del curso a partir de los recursos didácticos elegidos para el mismo. En esta etapa, se incluyen sub etapas como lo son la definición de objetivos, el diseño de evaluaciones, los medios para la transmisión de los contenidos, elección de un enfoque didáctico (centrado en problemas, centrado en contenidos, centrado en competencias, enfoque inductivo, etc.), diseño de actividades y creación de recursos.
Etapa 3 – Desarrollo: Consiste en la producción de los recursos didácticos. Esta fase requiere de un subproceso de revisiones y cambios en cada una de la etapas para que cada recurso asegure su funcionalidad y calidad.
Etapa 4 – Implementación: Esta etapa se refiere a poner en práctica cada uno de los recursos, para ello se recomienda hacer una prueba piloto con un grupo pequeño antes de su utilización para toda la audiencia, sean alumnos o personal de una empresa.
Etapa 5 – Evaluación: Además de la evaluación formativa y sumativa del curso, es importante la realización de una evaluación para identificar las áreas de mejora del curso y sus recursos, así como el nivel de conocimientos adquiridos por cada uno de los usuarios. De esta forma, la creación y desarrollo de un curso se vuelve cíclica y promueve la mejora constante del mismo.
En la actualidad, existen empresas comprometidas con las personas que van más allá de la creación de cursos genéricos y se especializan en la elaboración de cursos a la medida para instituciones educativas o empresas que utilizan una gran variedad de enfoques didácticos y recursos, con la finalidad de que los aprendizajes esperados sean obtenidos por el público que los demanda.