Muchas empresas e instituciones educativas se han planteado la incorporación de las nuevas tecnologías en sus procesos educativos. La utilización de la tecnología implica ciertos cambios en los procesos, incluso en la metodología de formación que se utiliza en las organizaciones.
El diseño y desarrollo de los contenidos que se incluirán en el curso de formación en línea, requieren de una adecuada estructuración y planificación que facilite el seguimiento por parte de los usuarios o participantes de dicho curso y que favorezca el proceso de aprendizaje. Por otro lado, para asegurar un proceso de aprendizaje satisfactorio el curso debe contar con actividades prácticas que permitan asimilar el conocimiento.
La creación de un curso en línea es un proceso complejo y laborioso, sin embargo, para ayudarte en ello te compartimos los siguientes pasos que puedes seguir para lograrlo:
- Elige el tema. Es importante que el tema que sea de tu elección, represente una necesidad formativa para los usuarios a los que te dirigirás. Pregúntate lo siguiente: ¿Para qué necesitamos crear este curso y que debilidad puede convertirse en fortaleza.
- Identifica a tus participantes. Conocer quiénes serán los usuarios del curso te ayudará a saber el lenguaje con el que debes expresarte y la profundidad que debe tener el tema para que sea de su interés.
- Define los objetivos. Describe el aprendizaje que deben alcanzar los usuarios de tu curso. Los objetivos deben estar claros desde el inicio de la planificación del curso y durante todo el proceso de desarrollo.
- Sistematiza la información. Para facilitar el seguimiento del curso y mantener la flexibilidad que ofrece la formación en línea, secciona el curso en módulos de información que vayan en orden de los más sencillo a lo más complejo.
- Selecciona la metodología. ¿Cómo será la orientación del curso? Puede ser un aprendizaje basado en problemas, basado en historias de vida, por descubrimiento, microcursos, clase invertida, entre otras. Debes elegir la mejor manera de enseñar la información de tu curso, que tenga sentido y sea relevante.
- Elige el medio de presentación. Los materiales y el tipo de actividades dependerán de la metodología que quieras seguir para el curso y el nivel de interactividad que desees. Selecciona si lo presentarás en un objeto de aprendizaje, video, presentación con diapositivas, lectura interactiva, infografía, etcétera.
- Desarrolla el contenido. Es momento de plasmar la información en el medio que hayas seleccionado. También, puedes redactar y brindar estructura a la información en un documento de texto, para después crear el recurso necesario para implementarlo en tu curso. Por ello es tan importante que tengas definido la población a la que te diriges para que el contenido sea acorde a ellos. Sin embargo, independientemente de los usuarios, la información debe ser clara, con un diseño atractivo y de calidad. Plantea actividades para que los usuarios puedan reforzar su aprendizaje; recuerda que la interactividad facilita el proceso de aprendizaje.
- Evalúa el conocimiento. Además de las actividades para reforzar el aprendizaje, puedes medir la adquisición del conocimiento por medio de una evaluación final, así lograrás conocer si los objetivos planteados al inicio fueron alcanzados.
Recuerda que la metodología utilizada en e-learning convierte a los usuarios en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje, por lo que el participante no puede ser un receptor pasivo de información. Es mejor generar entornos que promuevan la participación y una actitud activa tanto en lo individual, como en equipo.